Powered By Blogger

lunes, 24 de septiembre de 2012

**TEORIAS DEL LIDERAZGO**

 
Este documento contiene un artículo relacionado con las Teorías y corrientes contemporáneas y emergentes sobre el Liderazgo y gerencia. Hacia un modelo teórico que promueva la dinámica institucional en la Administración Pública Nacional, razón por la cual es importante conocer las diferentes teorías que se han elaborado en torno al liderazgo y en especial las nuevas tendencias e investigaciones realizadas a los fines de poder ampliar, profundizar y aportar nuevos conocimientos sobre el tema.
Para ello se efectuó una revisión bibliográfica extrayendo los aportes principales sobre el estudio en referencia producto de la interpretación se conformó el presente documento.

TEORÍAS Y CORRIENTES CONTEMPORÁNEAS Y EMERGENTES
SOBRE EL LIDERAZGO
El liderazgo es asociado a las habilidades que posee una persona para influenciar a otras, independientemente del rol que ejerza, cargo que ostente o del lugar donde se desenvuelve, no obstante, se asevera que un líder no puede transferir sus habilidades a todos los contextos donde actúa con la misma efectividad, lo cual equivale a decir que debe conocer y dominar la situación donde está inmerso y principalmente ser reconocido como tal por sus seguidores.
Conforme lo expone Castro, A. (2007), “Un Líder debe resolver problemas complejos y debe tener las competencias necesarias para resolver situaciones vagamente estructuradas con alto nivel de efectividad.” (p. 217).
Inicialmente se afirmaba que el líder nacía con las habilidades como tal y posteriormente se reconoció que estas se podían llegar a formar y perfeccionar. En este sentido, distintos especialistas que han estudiado esta temática generaron variadas teorías que han sido clasificadas por otros estudiosos en función al enfoque predominante de su contenido. En este sentido Robbins, S. (2004) clasifica las teorías en cuatro (4) grandes enfoques, a saber: en los rasgos, conductual, de contingencia, y temas contemporáneos, incorporándose a este grupo otros estudios que pueden denominarse como emergentes, punto focal del presente documento, en virtud a que siguen la tendencia descrita en el paradigma emergente por el Doctor Martínez, M. (1997).

No obstante, se incluye un resumen de los tres (3) enfoques previos a los contemporáneos y emergentes los fines de darle una visión general y ubicar con mayor rigurosidad teórica el tema planteado.
Así, en el primer enfoque en los rasgos, se puede mencionar, con igual denominación a la Teoría de los rasgos, cuyo auge fue aproximadamente entre 1900 a 1950.
Esta Teoría se caracterizó por diferenciar a los líderes en función a los rasgos físicos, intelectuales y personales que poseían, de allí consideraban que estos nacen con esta condición. Sus máximos representantes son: Ralph Stogdill quién indicó que todo líder posee fundamentalmente inteligencia, personalidad, confiabilidad, sabiduría, condición social y experiencia, lo que los hace diferentes a los que no son líderes; Edwin Ghiselli quien concluyó que los rasgos de la personalidad varían desde muy importante hasta sin ninguna importancia; Kikpatrick y Locke, quienes identifican como principales características de los líderes a su impulso para lograr los cambios, el deseo para incidir sobre otros, la honradez, autoconfianza, la inteligencia, persistencia y competencia para manejar la situación. Sin embargo, como lo indicaran Cartwright y Zander (1980) “han sido decepcionantes los intentos por descubrir los rasgos que distinguen a los líderes de los no líderes.” (p. 333).

En tal sentido se ha concluido que no existen rasgos físicos, intelectuales o de personalidad definitivos que caractericen a un líder.
El segundo enfoque conductual: cuyo auge fue aproximadamente entre 1940 a 1960. Postula que el estilo de liderazgo varía en función al énfasis de la conducta. Ya no considera que el líder nace como tal, sino que puede aprenderse esta habilidad, lo que amplía la visión sobre el tema. Bajo este enfoque pueden considerarse las cuatro (4) teorías siguientes:

a) Teoría del comportamiento: propugna que la acción del líder está determinada por su orientación hacia el individuo o hacia el puesto de trabajo, siendo posible enseñar a los administradores a ser líderes. Fueron sus principales representantes Kart Lewin, Lippit y White de la Universidad de Iowa quienes señalaron tres (3) estilos básicos de liderazgo: autócrata, laissez–faire y demócrata; Robert Mc Murry, quien define las características del líder autócrata benevolente y el demócrata; los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, quienes señalaron que los estilos de liderazgos incidían en el desempeño y el nivel de satisfacción grupal en el puesto, de acuerdo a Peralta, A. y Veloso, C. (2007), Halpin (1957) elaboró el Cuestionario de Descripción de Conducta del Líder (LBDQ) y Fleishman (1989) los cuestionarios: Descripción de Conductas del Supervisor (SBDQ) y el de Opinión del Líder (LOQ) y en 1995 señaló la "Consideración e Iniciación de Estructura” como las dos (2) dimensiones básicas del liderazgo, siendo los conceptos que han tenido mayor consistencia en la materia.
Robbins S., (2004); indica que la iniciación de estructura está referida al “grado en el que es probable que el líder defina y estructure su papel y los de sus subordinados en el intento de conseguir las metas.” (p. 316); y la consideración definida como el “grado en el que es posible que el líder tenga relaciones de trabajo caracterizadas por la confianza mutua, respeto por las ideas de los subordinados y por sus sentimientos.” Ob. cit. (p. 316), lo que puede resumirse como la tendencia hacia la tarea versus la tendencia hacia las personas, siendo importante el equilibrio entre ambos extremos; investigadores de la Universidad de Michigan, quienes también señalaron dos orientaciones básicas del líder: hacia el empleado y a la producción, siendo la primera orientación la más favorecida, generaban mayor satisfacción de los empleados y por ende beneficiaba igualmente a la producción.

b) Teoría de la grid o gerencial: Cuyo aporte consistió en la presentación de una red que señala ochenta y un (81) diferentes posibilidades de estilos de liderazgo, combinando las dos (2) dimensiones identificadas por los investigadores antes citados, como son: el interés por las personas y por la producción. Sus principales representantes fueron Robert Blake y Jane Mouton; no obstante, este estudio reafirmó los anteriores.

c) Estudios de Escandinavia (Suecia y Finlandia): Adicional a las dos dimensiones antes citadas, consideraron que los líderes deberían tener también una tendencia orientada al desarrollo, ya que los cambios del entorno y del mundo en general así lo exigían. Esta nueva dimensión amplío la concepción sobre el liderazgo y reafirmó la visión positiva de los subordinados sobre ellos.
Las premisas del tercer enfoque en la contingencia, de 1960 a 1990 aproximadamente. Indican que el liderazgo exitoso depende de la situación donde está inmerso el líder. Las Teorías que tienen este enfoque son las siguientes:

a) Modelo de Contingencia: Formulada por Fred Fiedler, quien desarrolló el denominado cuestionario del compañero menos preferido (CMP) para determinar si un individuo está orientado a las relaciones o la actividad. Señala que la efectividad del líder depende básicamente del control e influencia que le proporciona la situación, por tanto no existe un estilo único de liderazgo sino que este va a depender de las relaciones que tenga con el grupo y las contingencias que se le presenten. Para Fiedler el estilo de liderazgo es individual y por tanto fijo, de allí que el líder debe ser cambiado cuando la situación así lo requiera. Lo cual, a pesar de los avances que generó la teoría, en opinión del Doctorando, niega la oportunidad de aprendizaje, la adaptabilidad y mejora continúa.

b) Teoría de los recursos cognitivos: es una reformulación de la teoría anterior, realizada por Fred Fiedler y Joe García, quienes se centraron en la incidencia negativa del estrés en la situación y su manejo en función a la inteligencia y experiencia del líder. Demostraron que: “… en situaciones de alto estrés, los individuos inteligentes desempeñan peor su función de liderazgo que otros líderes no tan brillantes. Cuando hay un bajo nivel de estrés, los más experimentados se desempeñan peor que los inexpertos”. Ob. cit. (p.323).

c) Teoría de liderazgo situacional (TLS): Concebida por Paul Hersey y Ken Blanchard tiene tres (3) versiones, la inicial se denominó teoría del ciclo vital del liderazgo (1969), la segunda la situacional (1982) y la tercera situacional II (1984).
Los investigadores señalan que existen cuatro (4) estilos de liderazgo asociados a igual número de conductas que determinan el comportamiento, a saber: comunicar: que hacer, como y donde hacer, vender: define las tareas y motiva al grupo a ejecutarlas; participar: se comporten las decisiones entre el líder y los subordinados y delegar: no se requiere el líder porque todo lo delega. Estos estilos dependen de la madurez que poseen los líderes en el ejercicio de un cargo y de los subordinados que poseen, aclarando que ningún estilo es mejor que el otro, por tanto el éxito depende de la selección del estilo más adecuado a la situación y a la aceptación o rechazo de sus seguidores. Aunado a ello, brindan la oportunidad del aprendizaje para lograr un liderazgo eficaz.

d) Teoría del intercambio de líder y miembros (ILM): Postula que el líder, en su relación con sus seguidores, va generando una especie de preferencia por unos en comparación con los otros y los clasifica casi inconscientemente en los preferidos (camarillas) y no preferidos (periferia), por lo general lo hacen en función al nivel e competencia o por las actitudes y características que le son semejantes a las suyas.

e) Teoría de la Trayectoria a la meta de Robert House: Indica que el líder debe apoyar, respaldar y dirigir a sus seguidores para que logren sus propios objetivos en congruencia con los de la organización. House catalogó en cuatro (4) los estilos de liderazgo: Director, apoyo, participativo y orientado hacia los logros; todos los puede poseer una misma persona y utilizar separadamente dependiendo de la situación que se le presente. En todo caso el líder debe ofrecer recompensas a sus subordinados, permitiéndoles y orientándolos a lograr los objetivos organizacionales.
f) Modelo de participación del líder de Víctor Vroom y Phillip Yetton: Estos investigadores disertaron sobre la participación de los seguidores en la toma de decisiones que el líder les puede permitir, pudiendo seleccionar la opción que considere más adecuada y variando por tanto el estilo de liderazgo en función a la decisión a tomar. Posteriormente Víctor Vroom y Arthur Jago revisaron y ampliaron este modelo manteniendo la idea original de la participación de los seguidores en la toma de decisiones pero con una mayor gama de alternativas posibles.
El cuarto enfoque contemporáneo o emergente, donde se circunscribe el presente artículo, considera otros aspectos del liderazgo, como lo moral y lo ético, lo holístico, la complejidad e incertidumbre, así como la consideración en la capacidad de los subordinados para desarrollarse y considerar no solo sus intereses personales, sino también los del grupo, organización y sociedad. En este enfoque se pueden mencionar las siguientes teorías o corrientes de investigación:

a) Liderazgo carismático: Refiere la importancia de la motivación y conducta del líder y sus seguidores para obtener un desempeño excepcional. Entre las principales cualidades de los líderes se mencionan las siguientes: adecuada visión de futuro, asumen riesgos, consideran las limitaciones ambientales, las necesidades de sus subordinados y tienen un comportamiento fuera de lo común. En general fortalecen la autoestima de sus colaboradores, tiene las metas bien definidas y son constantes en alcanzarlas.
Los principales representantes de esta teoría son: Burns, quien señaló como aspectos básicos del liderazgo el carisma, la consideración e impulso intelectual, e introduce en su discurso los términos de liderazgo transaccional y transformacional; Bennis y Nanus, definieron cuatro (4) áreas de competencia para el logro de la efectividad del líder: la atención individualizada, tener un propósito bien definido, la autoconfianza y autodesarrollo; Tickhy y Devanna; Robert House, quien afirma que la confianza, conocimiento, la convicción sobre su acción, el manejo de las relaciones interpersonales y el logro de los objetivos y metas organizacionales hace al líder efectivo.

b) Liderazgo Transaccional: Atribuida por Gutiérrez, O. (1999) a Hollander (1978). Se fundamenta en las adecuadas relaciones interpersonales entre el líder y sus seguidores, mediante el feedback, bien sea como estimulo o correctivo, siempre en función al logro de las metas previa definición de objetivos y metas. Es la tendencia que han propuesto las teorías descritas en los tres (3) enfoques anteriores. Se constituye en la base del liderazgo transformacional.

c) Liderazgo transformacional: Atribuido a Bass Bernard (1981), quien basado en lo escrito por Burns, argumenta que el líder, además de ser carismático presta especial atención a los intereses y las necesidades de desarrollo personal de sus colaboradores, los impulsan a trascender de sus intereses individuales por los grupales. Está en permanente búsqueda de conocimientos y avances a través de reflexiones sobre como mejorar lo existente. De acuerdo a Robbins S., (2004) “las pruebas indican que el liderazgo transformacional se correlaciona más que el transaccional con tasas bajas de rotación, mayor productividad y mayor satisfacción de los empleados”. Ob. cit. (p. 343).
Peralta, A. y Veloso, C. (2007), refiere al respecto que Bass, delimitó conceptualmente los constructos: transformacional, transaccional y laissez-faire, “elaborando el primer instrumento para medirlos, el cual denominó Multifactor Leadership Questionaire (MLQ)”.

CONCLUSIONES

Definitivamente, en cualquier grupo, bien sea en el orden familiar, escolar u organizacional, entre otros, siempre va a existir una persona que influye más sobre las otras, de allí que en innegable la existencia del liderazgo como fenómeno social digno de estudio.
Se considera entonces que en materia de liderazgo lo que puede variar es el contexto, el grado de influencia, el grado de aceptación y entre otros aspectos, la valoración que en un determinado contexto se hagan de unas u otras habilidades o características del líder.
Las características en referencia son múltiples así como los factores que inciden en la efectividad del liderazgo, de allí que es imprescindible determinar en el seno de cada organización y en función a su cultura, la valoración que se hace de estas a los fines de jerarquizarlas e integrarlas armoniosamente en beneficio del colectivo.
Es importante considerar el ajuste de los programas de formación de los líderes en función al contexto donde se desempeña, ya que se ha evidenciado que no se puede aislar y/o definir arbitrariamente las características, conductas o habilidades requeridas por el líder, aún cuando existen algunas ampliamente difundidas y aceptadas, deben ser definidas en base al ambiente que se esta estudiando, para evitar la multiplicidad de interpretaciones.
Aún cuando parezca contradictorio, es completamente lógico que el líder motorice constantemente el cambio y a la vez busque la adaptación a ellos para poder lograr la armonía y el equilibrio grupal y organizacional.

viernes, 21 de septiembre de 2012

LA GERENCIA ESTRATEGICA...




La Gerencia Estratégica, es un proceso apasionante que permite a una organización ser proactiva en vez de reactiva en la formulación de su futuro; Es la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permiten que una organización logre sus objetivos. La formulación de estrategias incluye la identificación de las debilidades y fortalezas internas de una organización, la determinación de las amenazas y oportunidades externas de una firma, el establecimiento de misiones de la industria, la fijación de los objetivos, el desarrollo de las estrategias, alternativas, el análisis de dichas alternativas y la decisión de cuales escoger. La ejecución de estrategias requiere que la firma establezca metas, diseñe políticas, motive a sus empleados y asigne recursos de tal manera que las estrategias formuladas puedan ser llevadas a cabo en forma exitosa. La evaluación de estrategias comprueba los resultados de la ejecución y formulación. Según R. Wenz.

De igual forma, se puede definir como un enfoque objetivo y sistemático que permite a la empresa asumir una posición preactiva y no reactiva en el mercado en que compite, para no solo conformarse con responder a los hechos, si no influir y anticiparse a ellos. Según la apreciación de Fred Davis (1997).

martes, 11 de septiembre de 2012

LA ESCUELA COMO ESPACIO DE VALORES SOCIO - CULTURALES



La escuela como una de las primeras instituciones en el proceso de producción y reproducción de las formas de subjetividad que requiere cada sistema social es un marco instrumental y valorativo para que el individuo instituya la sociedad y ésta a él y arribar aun ámbito de acción de los ciudadanos que requiere de individuos que interiorizan valores que se gestan a través de la familia y la escuela. El entorno social y ambiental es determinante en el aprendizaje de los alumnos y el entorno institucional es determinante en la problemática de la docencia, sabemos que queremos profesores actualizados, con iniciativa, con creatividad, con debate académico el cual va a repercutir en el aprendizaje de los alumnos dentro de un ambiente institucionalizado.

Hoy día vemos como la educación venezolana ha tomado giros dentro de una reforma de la educación en la que vemos inmersos un rescate de los valores, ahora los acogemos como espacios, espacios deformación que van entrelazados con los ejes transversales, la escuela tiene ante sí un gran reto porque desgraciadamente los vacíos que vienen desde la familia los tiene que cubrir la escuela, pero tampoco se trata de que la escuela se convierta en una cuidadora para los alumnos, sino de entender que se es parte de una institución, que es mía y que a través de ciertas reglas yo puedo servirme de ella y al contrario, la escuela es esa institución de convivencia reflexiva y dialogada, no enajenada, en la cual se forman criterios y argumentaciones que buscan trascender del sentido común siendo el resultado de la síntesis que hace el modelo educativo de diversas teorías del conocimiento.

Las condiciones institucionales deben ser vistas con confianza como uno de los mecanismos privilegiados para la construcción de lo social. La confianza no es sólo un mecanismo psicológico que se asienta en los estados de conciencia de los individuos, sino que toda comunicación social está transida de una carga muy fuerte de confianza. Lo social está cimentado en una expectativa de fe. No se trata de objetividad ni de subjetividad, sino de un mecanismo abierto al aprendizaje. Con esto se quiere decir que en la formación de ese “hombre nuevo” que se busca crear, los primeros que deben creer en el nacimiento de ese hombre nuevo son los padres, quienes colocan toda su confianza en los maestros formadores de almas para ser útiles para el mañana.

Sin embargo, ese ideal de que “vamos a la escuela para que seas alguien en la vida”, esta cambiando ahora surge la necesidad de ir a la misma porque en ella hay cabida para toda la comunidad y los niños ven eso. Jornada de atención comunitaria, la escuela y año esta aislada de las comunidades, ahora ella va a ellas y deja su huella de formación en los padres, y representantes. Se puede decir que la Educación del Siglo XXI, está dando un giro en la integración del eje Escuela-comunidad-sociedad. Por ello esta debe ser una institución que este respaldada y fortalecida por el Estado que la hace fuerte y sólida. En cuanto a la pedagogía, ella también va cambiando, adaptándose a los nuevos tiempos. La pedagogía del amor, el enseñar con verdadera vocación y fe es la meta mas grande que pueda desear alcanzar un docente, pues es tanto el beneficio moral, espiritual para sus alumnos que no hay palabras para describirlo. En esta pedagogía se encuentran elementos que hacen que la escuela como entorno socio-cultural sea un ambiente digno para el aprendizaje, la educación de los afectos es una manifestación especifica de la pedagogía en organizaciones no lucrativas, ésta no es más que un conjunto de actividades socio psicopedagógicas que realizan las instituciones educacionales que propician intercambio entre la escuela y los diferentes componentes del entorno y de los educandos, en función de satisfacer sus necesidades, intereses, expectativas, y en consecuencia, proporcionarle la felicidad que necesita para aprender de una manera activa y motivada.

La educación de los afectos es la encargada de aportar la información necesaria, de modo tal que las autoridades de las instituciones educacionales logren establecer un plan estratégico donde se conjuguen los objetivos a alcanzar, con los recursos disponibles, tanto materiales como humanos, con las respuestas de mayor calidad a necesidades detectadas en los educandos y el entorno educativo, es la forma de pensar y actuar de los lideres educacionales, que conciben al estudiante como centro de toda gestión y que en virtud de ello, proyectan como objetivo estratégico y táctico de las instituciones que dirigen, brindarle a éste la mayor cantidad de satisfactores, de acuerdo con los recursos y el saber hacer de la institución, en determinada correspondencia con las necesidades del entorno, a fin de hacer felices a los estudiantes. Es un modo de dirigir las instituciones educacionales, que busca en las fuerzas internas que poseen, las respuestas más eficientes al requerimiento del entorno.

Es una forma de regir globalmente la actividad de la institución educacional teniendo como metas la eficiencia y el éxito. Históricamente ha existido una tendencia muy fuerte a considerar las escuelas instituciones cerradas, hay que acudir a ellas porque tienen un cierto carácter inamovible, o sea, como su respetabilidad estuviese dada por su hermetismo. Modernamente una institución educacional debe ser considerada como un sistema intermedio que vincula las necesidades sociales con las respuestas a dichas necesidades, es decir, que una escuela es el sistema cuya misión es dar una respuesta eficiente a las necesidades educacionales del entorno y, en particular, los alumnos que en él viven esta eficiencia es la clave del éxito educacional.